Hay mucha confusión sobre el mantenimiento de distintas superficies, especialmente cuando se trata de minerales tan resistentes en apariencia como el cuarzo. Muchas personas se preguntan si el cuarzo se puede manchar al limpiarlo con toallas sucias. Basado en mi experiencia, el cuarzo es uno de los materiales más duraderos y resistentes. No obstante, esto no significa que sea completamente inmune a las manchas. En términos de resistencia, el cuarzo supera a muchos otros materiales, ya que es no poroso y menos propenso a absorber líquidos. Esto debería reducir las posibilidades de manchas significativas al limpiarlo, incluso con toallas no del todo limpias.
He visto que las superficies de cuarzo se comercializan en el mercado bajo promesas de durabilidad y fácil mantenimiento. Sin embargo, vale la pena señalar que la limpieza con elementos sucios podría dejar un residuo que, aunque no manche permanentemente, puede afectar momentáneamente la apariencia del cuarzo. En mi caso, me he encontrado que con limpieza profesional cada seis meses, las superficies mantienen su encanto. Al limpiar cuarzo, siempre busco usar productos de pH neutro para asegurarme de no dañar el sellador de resina que lo recubre.
En ciertas ocasiones, un residuo puede adherirse al sellador, haciendo que parezca que el cuarzo se ha manchado. Un ejemplo sería cuando dejé accidentalmente café o vino sobre la superficie durante varias horas. Aunque al principio parecía ser una mancha, un poco de limpieza con agua tibia y jabón neutro solucionó el problema.
Si bien el cuarzo es compatible con el uso cotidiano y relativamente resistente, sugiero evitar hábitos que puedan arriesgar su aspecto impecable. Conozco casos donde el mantenimiento rutinario con productos suaves asegura que el cuarzo se mantenga como el primer día. La clave consiste en prevenir en lugar de curar. Usar una toalla limpia es sencillo y, a largo plazo, favorece el ahorro en productos de limpieza intensiva, que pueden ser costosos.
En términos generales, el cuarzo es tan resistente que muchas oficinas, restaurantes y hogares optan por él en áreas de alto tráfico. No es de extrañar, dado que una superficie de cuarzo puede tener una vida útil de hasta 25 años, siempre que se le brinde el cuidado adecuado. Saber elegir los productos y herramientas adecuadas para cada tipo de limpieza es fundamental para sustentar su durabilidad y aspecto estético.
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